miércoles, 28 de abril de 2021

Reportándome, año 2021


Hola a todos.

Espero que todavía conserven aunque sea un ligero recuerdo de mí. Soy Mary Heathcliff, escritora de novela de romance (lo fui, y espero volver a serlo pronto).

Se preguntarán porque estoy escribiendo este post. Escribo para reportarme en esta época tan difícil que está viviendo la humanidad, que nos ha dejado tantos aprendizajes y tantas reflexiones. Quiero contarles que me encuentro viva y a salvo, a Dios gracias. Que mi salud se encuentra bien y que mi familia también está bien.

¿Por qué escribo este post?

Recibí en Twitter un mensaje de mi queridísima amiga la escritora Itxa Bustillo preguntándome sobre cómo me encontraba yo, y contándome que había tenido noticias sobre una persona a la que perdió sorpresivamente y que esto la condujo a preguntarse por mí, un poco preocupada por mi silencio de años. La comprendo y le agradezco el hermoso gesto. Y sentí vergüenza por ni siquiera pasar a saludar. Su mensaje me generó una profunda reflexión. Desde hace varios meses todo lo que veo a mi alrededor me pone a pensar seriamente: quizás sea la época difícil que vivimos, quizás sea que me estoy volviendo vieja. Por lo que sea, decidí que es bueno volver a mantener interlocución con las personas que yo valoro tanto y que alguna vez en la vida me valoraron: mis amigas, mis lectoras.

¿Por qué mi silencio? No tengo una justificación para esa pregunta. Tengo excusas insulsas que me llenan de vergüenza. Mi última novela se publicó en diciembre de 2015, ya más de cinco años. Después de eso he intentado trabajar en un par de ideas, una a partir de un manuscrito que ya tengo un poco adelantado y otra a partir de un texto no propiamente narrativo sino que tiene que ver con la construcción de narrativa para novela y que también he esbozado y he trabajado. El asunto es que no he podido continuar al ritmo que quisiera porque me he dejado envolver por otros asuntos de la vida, no más importantes, pero sí más urgentes. La escritura no siempre es rentable para todos (o por lo menos para mí), así que me he enfocado en mi profesión que me genera ingresos para poder vivir y esto me ha demandado mucho tiempo y esfuerzo. Voy escribiendo, pero a paso tortuga, cuando me quedan unas pocas horas libres y no me encuentro tan cansada como para continuar (los años no llegan solos). 

Eso no es justificación para haber terminado con interlocución en este blog o con las personas con las que siempre me había comunicado. Quizás es porque tengo un fantasma en la cabeza que me dice que si no tengo una historia que ofrecer no serviría de mucho comunicarme, cosa que no necesariamente es cierta. 

Yo las recuerdo, y mucho. Mi contacto con ustedes y con este medio de la escritura narrativa romántica ha sido uno de los aspectos más agradables, satisfactorios y divertidos de mi vida. Conocer personas maravillosas dispuestas a leer lo que escribo, dispuestas a ser mis amigas y a mantener contacto conmigo en este medio ha sido espectacular. Guardo profundas amistades, aunque hace mucho que no converso con ellas, y un recuerdo inmejorable de momentos felices y de compañerismo que voy a atesorar para siempre. Y por eso me da vergüenza no haberme comunicado antes, sin darme cuenta me he convertido en una ingrata.

Y es que quizá tenía que llegar una pandemia para hacerme ver el valor que tiene comunicarnos con los demás, estar ahí para ellos, y saber que ellos están ahí para nosotros. Cosa mala, eso tendríamos que saberlo sin necesidad de pandemia, pero ya que llegó y nos hace pensar, es tratar de sacar algo bueno de ella.

Prometo mantener interlocución por este medio. Aunque ya me hayan olvidado, yo las recuerdo con mucho cariño y eso es más que suficiente para venir a saludar.

Un abrazo gigantesco, por favor cuídense y seguiremos en contacto.



Mary Heathcliff
Escritora de Novela Romántica
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