
A veces uno sueña y se plantea metas que se ven muy lejanas y casi imposibles. Pero si nos damos cuenta, lo imposible no está tan lejano cuando uno tiene fe. Dios se encarga de todo y cuando menos se espera ahí está lo que añorabas. Así que ahora veo con mucha alegría que mi primera novela en inglés ya está a la venta y confío en Dios en que no será la última en este idioma.
Quiero agradecer a Cassiopeia Publishing, en cabeza de Bea y Andrea por cumplir este sueño. Es más que obvio que sin ellas no lo habría logrado.
Y bueno, a riesgo de parecer excéntrica o jactanciosa, también les quiero contar que he hecho un blog en inglés (¿Quién no quiere traspasar las fronteras del idioma y darse a conocer más allá de los límites de la lengua propia?). Lo había comenzado desde que me enteré de que me iban a publicar en dicha lengua, así que ya tiene sus días, pero hoy lo lanzo oficialmente junto con este nuevo triunfo; quedan cordialmente invitados a visitarlo y a dejarme sus opiniones.
Confío en Dios en que tendré éxito en este nuevo escenario.