Para escribir este mensaje tuve que pensarlo varias veces. No quiero darle importancia a alguien que no la merece. Sin embargo, no quiero quedarme callada. Una vez más, alguien me ha denunciado a Facebook para intentar eliminar mi FanPage, no solamente la que tengo con este seudónimo sino también con el otro, lo cual confirma que el asunto es personal.
No tengo la menor idea de quien esté detrás de eso. Desde hace más de tres años no tengo contacto con ninguna persona del mundo editorial más que con dos buenas amigas, así que no sé quién está empecinado en sabotearme. Por supuesto, no es la primera vez. Hace más de un año denuncié esto mismo y solicité a quienes visiten esta página que si desaparezco de alguna de las redes sociales, continuaré en mi blog y en mi página web. Esa vez fue la primera que lo dije en voz alta, aunque no era la primera vez en la que me hacían centro de este tipo de conductas.
Así que una vez más hago el llamado para que, en caso de desaparecer de mi página de Facebook (o de cualquier otra red social, pues uno nunca sabe qué más quieren hacer), estén pendientes a este blog, pues el que desaparezca una página no significa que yo baje los brazos y me deje intimidar por una persona que prefiere desperdiciar su tiempo tratando de arruinar a los demás en vez de realizar algo productivo por sí misma. Mejor ni hablar de esa persona, no vale la pena.
Un abrazo.
